A lo largo del invierno, el césped, al igual que el resto de la flora, permanece vegetando. El mes de octubre es el más adecuado para prepararlo de cara al invierno. Con este fin se realizarán los siguientes trabajos: siega, abono, aireado y drenaje de la tierra y, por último, replantado.

Segar el césped.- Durante los primeros días de octubre se llevará a cabo la última poda del césped. Se ha de procurar no cortar en exceso para evitar que éste sufra. Segarlo demasiado puede debilitarlo y ayudar a que crezcan el musgo y las malas hierbas. La temperatura media y la humedad característica de esta estación propiciarán que brote.

Es muy importante quitar las hojas que hayan caído de otros árboles y flores. Si el césped es fino se debe segar cada dos o tres días, si es medio a intervalos de tres y cinco días. Y si es de otra clase, al menos una vez a la semana. Una vez se haya cortado, hay que retirar los restos con la ayuda de un rastrillo.

También hay que prestar atención a la dirección en la que se siega, para evitar solapamientos, dobles pasadas y cambios bruscos de dirección. Es necesario asegurarse de que el césped está seco, ya que la humedad atasca la máquina y la caja de la hierba por lo que la segadora tardará más. Cuando soplen vientos fríos no hay que cortarlo, ya que éstos pueden quemar los extremos de la hierba.

Cómo preparar la tierra.- El aireado favorece el crecimiento del césped a través de la oxigenación. Se realiza con una horca de jardín introduciendo sus dientes hasta unos 7,5 centímetros de profundidad. Hay que remover hasta que el césped se levante un poco y repetir la operación cada cuarto de hora. Se puede airear siempre que se crea necesario, aunque se suele realizar en otoño.

Además, se debe alimentar el césped con un fertilizante adecuado. La cantidad exacta de la que no se debe exceder es de 100 gramos por cada 0,8 metros cuadrados. En el otoño se aplica un abono con bajo contenido en nitrógeno en relación con el ácido fosfórico y el potasio.

Cómo replantar el césped.- Las zonas del jardín que estén poco pobladas, necesitan una replantación. Ésta se puede llevar a cabo de dos maneras diferentes. Es posible sembrar a mano, para ello hay que conseguir unas estacas y unas cuerdas. Con ellas se ha de marcar el césped, formando franjas de un metro de ancho. La cantidad de semillas que se han de sembrar varía de un suelo muy fértil a un suelo menos rico. En el primer caso, a cada 0,8 metros cuadrados le corresponde 16 gramos de semilla. En el segundo, se dobla la cantidad. También se puede plantar tepes.

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